domingo, 2 de enero de 2011

Ducha



Yo no saldría de la ducha. Me pasaría el día y la noche bajo el agua, con un buen disco en modo repetir de fondo y una copa de Martini rojo lo suficientemente cerca. Así me pasaría horas. Sintiendo resbalar el agua por mi cabeza, chorrear de mi pelo, escurrir por la espalda. Así me pasaría horas.


Ayer me metí en la ducha con el objetivo de derretirme en ella y eso hice. El chorro concentrado es un amante leal, fiel e infalible (el calentador de agua no es tan fiable qué le vamos a hacer). Dirigí el chorro mágico perfectamente, tiene tanta potencia que me cuesta mantenerlo en el punto exacto más de dos segundos seguidos de lo que hace que me agite. Aseguro que me he corrido mejor con la ducha que con varios hombres.

Hubo un momento genial, cuando estaba completamente caliente, un momento en que mi espalda se curvaba haciendo una “S” perfecta, apunto de correrme, escapando susurros de mis labios que se confundían con el sonido del agua al chocar contra la ducha, justo en ese momento en que a mi mano le cuesta mantenerse firme para dirigir el agua donde la tiene que llevar, en ese mínimo instante mi pecho rozó los azulejos helados de la pared haciendo que mis pezones reaccionaran al frío y se erizaran en segundos, justo cuando mi cuerpo se partía en dos, cuando gritaba de placer, justo ese instante hizo que el momento fuera especialmente intenso.

Buen y autosuficiente inicio de año.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

feliz año .. y a ver si la próxima vez que te duchas me tienes de compañia que he estado en zgz. Zano

NieblA dijo...

:)