domingo, 28 de diciembre de 2008

Imágenes




- Tengo una imagen tuya en la boda de Cristina...
- Sí, ya, borracha como un piojo en la plaza del pueblo la de los plataneros...
- No, no, no. Agachada, bebiendo agua de la fuente. Cuanto más te agachabas más se te subía el vestido negro y más se te veía el ligero negro... ¡Joder! Las veces que me acuerdo de esa imagen.

Tiene imágenes mías en la cabeza, imágenes como esa, fotografías mentales de momentos que nunca serán fotografiados.


Tiene razón, yo no soy una señorita, nunca lo seré, nunca, jamás estaré perfecta, sí radiante, pero no perfecta. Yo soy de las que cuando beben agua de una fuente bajita, abren bien las piernas, ponen el culo bien en pompa para no mojarse y nunca se agarran la falda porque ni se dan cuenta de eso. De esas soy yo.

Supongo que este tipo de mujeres sólo atraemos a hombres raros, perturbados pero sexualmente increíbles.


Quizás debería sujetarme la falda con una manita la próxima vez... seguro que no me acuerdo de esto.

martes, 16 de diciembre de 2008

Abrazados








Acudió, vestido de negro y bien peinado, mejor que yo incluso, con la gabardina de cuero y la bufanda negra. Se fue quitando prendas, la bufanda, el abrigo, el jersey todas dieron paso a una camiseta roja y con mensaje, como él. Me pidió que le enseñara la casa, lo hice enseguida, es pequeñita y está algo revuelta como yo. Le encantó, también como yo, o al menos eso me dijo, cuando no le miraba, con su voz exageradamente alta y desde el salón mientras yo buscaba las velas.
Nos besamos, nos besamos mucho, nos tocamos, nos abrazamos, nos volvimos a besar. Seguimos besándonos, y hablando, hablando y hablando un poco más, y nos dieron las diez y las once...
Y nos acostamos el uno el los brazos de la otra y lo desperté perdiéndome entre sus piernas levantando un campamento, mientras sus jadeos componían una grandiosa banda sonora. Se hundió en mi, fuerte, casi salvaje como a mi me gusta, clavándome las uñas en mis caderas y marcándome un ritmo frenético. Que grandioso despertar.
Espero que se repita pronto...




Intentando no perder la fe en la gente.

Tempus




Mi blog agoniza por culpa de la falta de tiempo, no por falta de ganas ni de historias, ese no es el problema, ahora es la falta de tiempo, jodido tiempo. ES increíble que los humanos nos preocupemos tanto por algo que en realidad no existe, por algo que hemos creado nosotros ¿no?Le robaré unos segundos al tiempo. Como y cuando pueda.

martes, 9 de diciembre de 2008

Fin de semana




Entre copas, mensajes multimedia con fotos sumamente preparadas, perfumes y fragancias caras y excitantes. Entre canciones malas, y DJs egocéntricos. Entre cursillistas nerviosos, antiguos amantes que esa noche volvieron a ser nuevos y recientes. Entre más copas, navarros estrambóticos y fantasmas pasados. Entre todo eso hubo minutos intensísimos de besos increíblemente salvajes, bestias y ardientes. Joder que instantes. Cada vez que los recuerdo... ¿se acordará él también? O mejor, ¿se pondrá así él también? Sobeteos y manoseos exhibicionistas en sitios demasiados públicos. Y después de todo eso un camino, más obsceno todavía, nos llevó hasta el refugio de una cama grande pero ruidosa. Horas de sexo desenfrenado y salvaje como a mi me gusta. Y después... un sueño semi-reparador pero cariñoso.
¿Qué más se puede pedir?
Pues repetir al día siguiente, tripitir. Esconderse en lugar recónditos para calentarse en segundos y salir de los armarios como si nada hubiese pasado, mirándonos desde lejos sabiendo que va a haber más. Y encima los rizos persiguiéndome por los pasillos y acorralándome en las esquinas.
Se puede decir que me ha cundido.

Re-conciliación re-al




El Maestro de Ceremonias está triste, deprimido incluso, así que yo ayudada de mis manos he urdido un plan de reconciliación. Y parece que ésta se acerca. Vuelvo a sentir esa tensión sexual que me decía que existía y que yo hacía meses que no volvía a palpar.
Sé qué es lo que tengo que hacer, soy consciente de que esto solamente debe de ser un juego, pero vivo ciertos momentos que son visiones perfectas de todo lo que podríamos ser.
La reconciliación se palpa, se huele, me ha cambiado el olor en estos meses hasta él me lo ha dicho. Cada idea, cada cita, cada juego es más morboso, pervertido y depravado que el anterior. Por fin voy a tener para escribir. Agradecidos todos y yo la primera.