jueves, 23 de septiembre de 2010

Intra-hospitalarios

Cuando veo a los residentes mirarme, cuando me doy cuenta que lo hacen porque les controlo con el rabillo del ojo, y siento como repasan mi culo y mis pechos que, discretamente, dejo que se vea en una indiscreta esquina de mi asexual uniforme, más conocido como pijama. Cuando veo a los medicuchos uqe la mitad dela sveces me ponen mal el tratamiento o similar, mirándome (creo que sólo me ha pasado dos o tres veces no penseis que es lo habitual) como diciéndome: "te voy a hechar el polvo de tu vida guapita"; me dan ganas de hacercarme agarrarles de los huevos y susurrarles al oído después de haberlo lamido "He sodomizada a hombres con un arnés de goma, follado en la mitad de los baños de los bares a los que vas, comido el coño de varias mujeres, ¿de verdad crees que puedes sorprenderme?"
Ahora, sueño casi a diario, con el que se vuelva y después de comerme la boca de la forma más guarra que os podaís imaginar me susurre "te sorprendo seguro".

Dicho esto, añadir que hoy estoy mu contenta porque en cuatro años de hospitales todavía no había descubierto lo que era el mamone intra-hospitalario, y, ahora que lo descubre, ME ENCANTA!
Surrealista, quién me lo iba a decir a mi!!

sábado, 11 de septiembre de 2010

SEXO





Salimos el jueves, se nota que acaba el verano, bueno, para mí empieza, la gente vuelve cargada, caliente, supongo que será el acúmulo del sol.
Había mucha gente, el término "mucha gente" es bastante relativo y más después de haber visto el barro madrileño lo de aquí siempre es menos, que no poca cosa.
Reconozco, y no sé muy bien por qué, que estaba tímida, casi cohibida, no quería ni que me dejara sola para irse al baño. Me dió corte, hacía mucho que no me pasaba, se supone que tiene que ser alrevés ¿no?
Que cuanto más vaya menos corte me dará, pero el jueves estaba muy cortada, desentrenada, agosto ha sido muy largo y más aún asexual.
Lo mejor no fue el polvo, no fue el que me metieran una polla, cosa que hacía poco ya había hecho otro.
Fue el pre, lo de antes, el rato de la pista de baile, el que me susurra un desconocido que le pongo cachondo, el que se me refrotaran los dos, uno por cada lado de mi cuerpo, el jugar con las dos pollas, una en cada una de mis manos, el respirarlos a los dos, el que me agarraran desde atrás, entregando al maestro.
Todo eso fue lo mejor.
No recuerdo como se llamaba, algo con D creo, estoy segura que si lo viera por la calle no lo reconocería, y la verdad es que me da lo mismo. El sexo es sexo, nada más, en tríos, parejas, cuartetos, orgías me da igual. El sexo es sexo, el sexo no complica las cosas, por lo menos para mi no. Yo quiero, él o ellos quieren y ya está descargo adrenalina, endorfinas y un montón de hormonas que ya ni recuerdo, todos contentos. Lo que lo complica es lo demás, lo jodido es todo lo demás.
Y yo no me canso de follar, cómo podría cansarme, pero me falta .....algo, ese algo.
Y aún así no me quejo, tengo la suerte de tener al maestro, entre otras personas, en mi vida, casi nadie tiene esa suerte.