lunes, 26 de mayo de 2008

Postrada


Colgada.

Tú mirando desde cerca.

Espectante a mis movimientos.

Postrada ante tí.

Expuesta en todos los sentidos.

Y tú mirando desde lejos.

Observando.

Observándolo todo.
Cada insignificante detalle. Cada detalle insignificante.

Y yo, aganchando al cabeza para que no puedas leer en mis ojos...


p.d. Esta es mi foto favorita de Frederic Fontenoy, por lo menos de lo que conozco

domingo, 25 de mayo de 2008

Lamiendo



Hace días que te dije,

"Quiero que te corrás en mi pecho y ver luego como lo lames"

Me dijiste un sí, rápido y conciso.

Directo, como yo

Peroooo.... ¿cuándo?

lunes, 19 de mayo de 2008

Momentos II




Creo, y espero no confundirme, que una de las mejores sensaciones del mundo es esa en la que sientes que tu boca está completamente seca porque todos y cada uno de los fluidos de tu cuerpo han escapado de tu cuerpo, por cada poro de tu ser, en forma de sudor y orgasmos.


¿Tú que crees?

jueves, 15 de mayo de 2008

Ventana




Necesito respirar, sentir el cierzo en la cara, no porque quiera que te apartes, al revés. Me ha acostumbrado a tu olor y ya no lo noto, quiero oler el mundo real otra vez y volver a nuestro mundo pequeño. A nuestro escondite.
Abro la ventana y, desnuda, me asomo por ella. Mis pezones reaccionan al frío de la noche, al igual que hace penas unos segundos reaccionaban al tacto de tus manos.
Cierro los ojos y respiro hondo, el aire fresco llena mis pulmones.
No te veo, pero te siento detrás. Sé que te acercas, siento tus pasos.
Te pones detrás de mí, acercas tu pecho a mi espalda, siento tu respiración en ella. Una de tus manos descansa en mi pecho, la otra se posa en mi cadera y se desliza hasta mi vientre.
La calle está desierta, las farolas iluminan nuestros cuerpos escasamente, me preguntó si se nos verá desde el edificio de enfrente, la calle es tan estrecha que prácticamente estoy segura de que sí, pero ahora ya no me importa nada.
Siento tu aliento en la nuca, me soplas en ella, la besas, la lames, incluso la muerdes. Coges mis manos y las colocas en la barra quitamiedos de la ventana.
Bascula mi cadera hacía atrás, acercándola a tu ya erecta polla. La siento perfectamente entre mis nalgas. Te arrodillas detrás de mí y acaricias mis piernas y las separas un poquito, lo justito, para que tu cabeza quepa entre ellas. Siento tu lengua, posarse sobre mi clítoris... Ahh! No puedo evitar que se me escapen los gemidos, resuenan contra los edificios y vuelven a mis oídos y a los tuyos. Sé que los oyes, que los escuchas. Tu lengua se acelera, noto como mi sexo se hincha y como mis piernas comienzan a humedecerse.
Agarro la barra con fuerza, creo oír los pasos de alguien por la calle, pero no estoy segura, estoy llegando muy lejos, solo estamos tú yo y mis gemidos rebotando contra la calle. Sé que debería morderme los labios, soy consciente de que no debería gritar, pero es que, no puedo evitarlo, es mi naturaleza!

lunes, 12 de mayo de 2008

Uñas



Me fui con las uñas largas, arregladitas, pintaditas, preparadas para arañar.

Ahora, estas toooodas rotas, cortadas a ras.

Quizá es hora de que me toque ser arañada???

No, no, no, cuesta quitarse los malos hábitos ha sido culpa del estrés.

Tranquilo, si no puedo arañarte, te daré algún azote...

miércoles, 7 de mayo de 2008

Postrada



Atada,


postrada ante tí.


Indefensa


casi irreconocible para mi misma.


Así quiero que me poseas.


Casi apañada





Sola y abandonada

trasteo entre los bajos de mi vientre


Juego con el bello que cubre mi monte


y humedezco mis dedos con los lagos que me hindundan.


Acaricio, froto, fricciono


casi arranco mi clitoris.


Ese cosquilleo de tan bien conozco


se esparce por mi cuerpo,


recorre mis recobecos y confluyen en mi vientre...


Pero no exploto,


no implosiono.


Bajo de golpe la cuesta subida a duras penas,


goteo de sudor en la frente,


respiración desacompasada.


Casi, casi, autosatisfacción,


pero no llego,


deberían ser tus manos las que acaben la faena...

lunes, 5 de mayo de 2008

Rápido



Yo sentada en una silla, el vestido levantado, el ligero puesto y el tanga retirado hacia un ladito.

Mi dedo índice de mi mano derecha rebuscando entre mi húmedo sexo.

Mi mano en la polla de uno, y mi boca en la del otro.

Jadeos varios, gemidos, algún chillido.

Siento como me derrito por dentro.

Clavo mis uñas mientras el me pide que le haga más daño, que le muerda más fuerte.

Pero dejo de morderle y grito de placer mientras me corro.

No paro, no me dejan que pare. Sigo jugando con mi clitoris y masturbándolos a ambos, a uno con la mano a otro con la boca.

Vuelvo a correreme, no puedo más. Le muerdo con fuerza salvaje para evitar el grito.

Me caigo en la silla casi me resbalo al suelo, uno de ellos me agarra de un brazo para evitar que acabe en el parquét a la vez que se corre encima de mi pecho, ambos, casi a la vez.

Rápido, corto, pero incriblemente intenso