jueves, 5 de noviembre de 2009

Respuestas




Me preguntó ayer, a las cinco y poco de la tarde, a plena luz del día, sin ocultarse, sin ocultarnos, nosotros no somos de los que hacen las cosas a escondidas, con las luces apagadas y las cortinas bien cerradas, nosotros no. Nosotros tenemos conversaciones surrealistas en sitios “chics” tan caros como horteras.
Él me preguntó y yo le contesté como sólo sé, con total y absoluta sinceridad.
“¿Qué es lo que quieres?”
Y se lo dije, primero lo dude trescientos metros, me o tenía que pensar. Pero se me ocurrió enseguida, mi mente es tan rápida como depravada. Sabía lo que quería y así se lo hice saber, porque él quería saberlo.
Así que más pronto o más tarde, tendré mi sesión, personalizada y sólo para mí.
Es lo bueno de él, que no falla nunca.

Quiero ser Farida, pero sé que soy Lulú.

No hay comentarios: