lunes, 3 de noviembre de 2008

Aprendiendo




Bajé la persiana del cuarto porque había amanecido completamente, es una de mis manías, no puedo dormir con luz es algo que me molesta muchísimo.
Sudorosa todavía y consciente de que él no dejaba de mirarme el trasero, me senté en el borde de la cama y se acercó por detrás, rodeó con su largo brazo mi cintura y con su otra mano me obligó a tumbarme. En esos momentos salieron de mi boca palabras que no eran dignas de mi, pero era cierto, tenía que dormir, algo, unas horas, las tardes en la planta sin haber dormido se hacen largas y horrorosas.
Me tumbó y me dejó mirando al techo y se acopló de lado a mi costado. Fué él mismo quien cogió mi mano y la dejó posada en mi sexo. Sus palabras se deslizaron hasta mi oído, quería saber cómo me lo hacía yo misma, quería aprender a hacérmelo como yo me lo hago, para cuando quisiera hacer que me corriese rápido.
Así que le enseñé como lo hacía; con su dedo encima del mío grabando cada movimiento para repetirlo luego el solito...
Muchas noches recuerdo esa escena, me pareció tan erótico...



pero claro, como no tiene tiempo.... en fin....

2 comentarios:

zangolotino dijo...

Hablo de amores dormidos, un album de fotos que sigue vacio, de frio en la cama, de frio contigo y un sordo paseo por el boulevard
Hablo de amores dormidos que sienten de besos prohibidos y se hacen mil trampas que no juegan limpio, que miran sentados la vida pasar

¿Tus amores son prohibidos??

Pasión dijo...

mierda de tiempo!!.....
fue y es erótico, no sólo por su aprendizaje sino por el interés y su motivación, claro.....

Pasión.