martes, 22 de febrero de 2011

He vuelto a hacerlo...

He vuelto a hacerlo. No he podido evitarlo, no puedo dejar de imaginar cosas que no han pasado y sé a ciencia cierta que no pasarán, pero dormir, imaginar, tal vez soñar… es tan placentero. Pero tienes que reconocer, que, en parte, es culpa tuya. Nos vemos tres horas a la semana y siempre siempre, algún minuto tiene algún contenido erótico inapropiado para la situación. Reconozco que estaba encantada con mi papel, más que eso.


Así que te imagino, elevándome con esos brazos musculados, empotrándome contra una pared de un baño oscuro y depravado. Follándome salvaje, fuerte, incesante, embistiéndome enérgico, furioso, resoplando y mordiéndome sin compasión. Remachándonos, juntándonos, fundiéndonos, deseándonos furtivamente, con el apremio de los amantes que no deberían serlo.

Sentir, dormir, tal vez soñar… que buena y sana es la imaginación, es la única que no desilusiona...

No hay comentarios: