martes, 10 de febrero de 2009




Así que hoy no hago más que preguntarme qué va a pasar mañana, si valdrá la pena o no ponerme la ropa interior bonita porque ponérmela para nada me sabe a polla quemada. Así que me preguntó, cómo vendrá, cuál será su primera frase, si vendrá porque hasta que no le veo en casa no me lo creo, si me besará nada más verme; no hago más que pensar en si estará sexual o cansado, o si tendré que ser yo quien le de pie y le provoque o si él llevará la voz cantante.
Lo que sí que sé, es que e gustaría que no viniese demasiado tarde, que cenáramos juntos algo cocinado entre ambos, que antes de acabar la cena estuviera besándome acorralándome contra la pared de la cocina y que después de practicar el sexo más desenfrenado, los dos desnudos y sudorosos mantuviésemos una conversación sencilla a la par que sincera que dejara las cosas de una vez claras.
Eso es lo que quiero yo. Ahora bien, soy totalmente consciente de que él ni si quiera se habrá planteado nada de esto. Una vez más, en fin...

1 comentario:

Zano dijo...

feliz san valentin al menos alguien te quiere