lunes, 7 de julio de 2008

Marcado



Salimos borrachos, ebrios, dando tumbos y dibujando eses en la acera. Salimos, sorprendentemente, agarrados de la mano, con el olor de mi primer orgasmo en tus dedos.
Al contrario que el resto de los mortales, buscas la esquina más iluminada de la calle, mientras me ordenas que juegue con mi clítoris y te relate todo lo que hago.
Hoy he accedido a ser tu esclava, algo excepcional, no te acostumbres.
Cuando ves en mi cara que me acerco al momento retiras mi mano y metes la tuya.
No tardo en correrme, en empaparte de mi. Mis piernas flojean, me agarras para que no caiga.
Paras un taxi; otro ciudadano más escandalizado.
Recorremos un bar tras otro, una copa tras otra. Y acabamos en un parque. Otro parque distinto, pero igual de excitante.
No puedo más, mi cuerpo me pide que lo llenes, que me satisfagas, que me penetres.
Me apoyas en un portal, levantas una de mis piernas y me penetras, hasta el fondo, arrancándome un jadeo ahogado. Me penetras sin piedad, rápido y contundente. Jadeo, jadeas, ambos lo hacemos.
En un segundo me das la vuelta, apoyo las manos contra el muro, mi cuerpo te espera expectante otra vez. Amarras tus manos en mis hombros y me follas, sin piedad, una vez tras otra, fuerte, hasta el fondo. Me tiemblan las piernas y el cuerpo entero.
Noto mis muslos húmedos, chorreantes. Te aviso, casi sin darme cuenta, de que me corro, de que de desparramo ante ti y contigo. Empujas con fuerza tus últimas embestidas apoyado en mi hombro mientras me muerdes reprimiendo tus gritos, explotando dentro de mi, como la bomba que eres en mi vida.Y yo reventada por dentro, temblando, sudando, jadeando, me lanzo a besarte salvajemente, a morderte el labio porque, ya se que no debería decirlo, me encanta dejarte marcado.

1 comentario:

Jose dijo...

No tengo palabras..... solo aplausos y envidia, mucha e insana envidia.

Un beso.