sábado, 8 de marzo de 2008

Repaso




El que marco el inicio de todo,

bueno, de todo no, de esta etapa; se portó bien una vez, se esforzó una vez,

el resto no puso ningún tipo de énfasis; donde hay confianza...

Cuando es con él, con el más antiguo, nunca comento nada, no doy detalles, no escribo nada. Supongo que es porque no le doy importancia, que injusto ¿no?.

Las espaldas del otro me daban placer en solo unos segundos,

reconocía mi sexo como si lo conociese, como si se lo hubiese aprendido antes de tocarlo.

Con el maestro de ceremonias llegó la revolución sexual.

Tríos, polvos fugaces, magreos públicos, locales sórdidos.

Ciertas iniciales acercaron a mi cama "normalidad" y muchos mcuhos días seguidos de sexo.

Y los rizos, trageron, traen, han traido y traeran sexo y cientos de conversaciones y más conversaciones (vale, y algún problemilla).

Los demás...

o no se merecen ser comentados, o es demasiado doloroso hacerlo.

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