
Reconozco que me apetecía fuerte,
salvaje.
Pero en cuanto me besó supo que no sería así.
En cuanto me colocó la mano en la mejilla mientras me besaba lo supe.
Suave, lento y tranquilo
pero igualmente excitante y apasionado.
Compartir el silencio y las caricas con alguien que no conoces de nada sin sentirse incómodo es...
simplemente genial.
Lento pero genial.
En la variedad está el gusto ¿verdad?
¿se repetirá la variedad?
2 comentarios:
Vaya blog, no se como no tiene mas comentarios?
Gracias, gracias y gracias
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