sábado, 26 de enero de 2008

Corazón enterrado

Con una de mis uñas largas, largas gracias a la saciedad sexual tan aprecieda por esta humilde escritora. Con una de esas, realice un incisión en la línea media esternal. Con la fuerza del cansacio acumulado y la gotas que colmaron la cristaleria de bohem que eran mis sentimientos, me rompí el esternón, retraí ciertos músculos, secciones bastantes vasos y usando la mano entera saqué mi corazón de mi pecho. Yo pensaba que ocuparía más, o que dejaría un vacío más grande pero la verdad es que no es para tanto.

Lo metí en una cajita roja con rosas talladas. Mandé un epígrafe a mis amigos más íntimos y nos reuniomos en la rosaleda del parque para darle la despedida que se merecía.

Una pequeñita placa en el suelo, justo encima de donde fue enterrado, en la que solo ponía, al fin descansarás tranquilo.





Bueno, a lo mejor ahora puedo parecerme más a los hombres, dejar de sentir con el corazón y empezar a pensar con el coño!!

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