lunes, 27 de julio de 2009




Los aromas y perfumes de otros hombres, de cualquiera que me cruzo por la calle, me evocan a él. Sólo a él.
A nadie más que a él, y eso me resulta penoso.
Me rodeo de hombres que muchas veces ni me respetan, ni me entienden. Los pocos que lo hacen o no quieren tenerme o no pueden y, sea por lo que sea, no lo hacen.
Es tan fácil desearlo, tan fácil recordarlo, inversamente proporcional a lo difícil que resuelta olvidarle.
Casi caigo este fin de semana, casi me tiro a hacer el salto mortal sin red debajo; en cierta manera prefería la crueldad, cuando es cruel no me apetece, pero prefiero que volvamos a ser un poquito nosotros, aunque sólo sea un poquito.
Pero, mi pequeñín, se portó muy bien conmigo y yo mejor con él. Él no puede quejarse de nada, y no lo hace, al revés, lo agradece con besos dulces y pequeños roces furtivos en mis suaves piernas. Es agradable tener eso de vez en cuando. Supongo que necesito algo más que sexo.

miércoles, 22 de julio de 2009

Demasiado duro




Parapetada detrás de él, mirando y traduciendo los signos y síntomas de su cuerpo en vez de observar el espectáculo, tuve que agarrar la mano del maestro para no lanzarme sobre él, para evitar tocar su frente para asegurarme que su cuerpo reaccionaba como tenía que reaccionar ante las drogas legales que se había tomado haciendo caso omiso de lo que yo le había indicado. Tuve que amarrarme al maestro para no acercarme a ponerle una mano cómplice sobre su hombro ya que, probablemente, era la única persona en la sala que era consciente que ese momento la espalda le estaba destrozando.
No soy conocida, precisamente, por conseguir que las cosas se me pasen pronto.
Tonta de mí, esperaba un duelo por su parte, no un llanto peliculero, algo sencillo a la par que real.
¿Qué es lo peor?
Que aunque el domingo compartí una cama robada con un hombre más que interesante, que me dio dulces besos en lugares públicos cosa que hacía meses que no hacía, que me hizo sonreír gracias a las cosquillas que arrancó de mis labios; lo más triste es que a pesar de todo esto lo primero que escribo es que tengo que seguir conteniéndome para no arrogarme a sus brazos. Para no gritarle a dos centímetros de la cara lo muchísimo que le echo de menos.No soy conocida, precisamente, por conseguir que las cosas se me pasen pronto.

Y julio está siendo demasiado duro...

domingo, 12 de julio de 2009

Dolor



Follamos. Como animales en celo, contra el suelo de falsa madera del salón, sobre el sofá, apoyados en él. Nos arrastramos hasta mi cama y seguimos follando hasta que me colocó a cuatro patas y me pidió que le diera uno de mis juguetes para llenarme entera como me merezco. Y así rellenando todos mis huecos grité, berreé como una perra en celo mientras me licuaba y sentía como mi sexo explotaba.


Últimamente sólo pienso en hacer daño, en provocar un dolor físico que, aunque sé que no será así, se asemeje al que yo siento... Que cansada estoy, soy consciente de que necesito descansar pero descansar me duele porque pienso y pensar en doloroso porque... pienso demasiado en lo que no debo pensar...

Así de sencillo

miércoles, 8 de julio de 2009

Nueve Semanas y Media



Ayer vi tirada en el sofá con mi amante Nueve Semanas y Media.

Él estaba encantado, no sólo de las escenas de sexo que, obviamente, son muy muy buenas, sino por la relación que tienen los dos. A mi, por el contrario, me puso nerviosa, me dio asco, me produjo repugnancia ver como la humillaba, como le mostraba un mundo real paralelo al real que sólo alcanzaba estando cerca de él. Me dolió verla auto destruirse por un hombre, como la relación que para él era perfecta, romántica y cómoda, para ella era autodestructiva, desgarradora y adictiva.

Porque existen relaciones así, eso es lo más jodido, que existen relacione tan insanas tan tóxicas como esa ¿verdad?

martes, 7 de julio de 2009

Varios






El primer fin de semana en años queno me preocupo de llevarme ropa interior bonita a la que es mi casa de adopción. La primera vez en años que sé a ciencia cierta que no va a pasar absolutamente nada. Bueno, no voy a mentir, el maestro como siempre, me dio una pequeña alegría y nos calentamos mutuamente (me encanta que me conozca tan bien, como para saber en que momento me tiene que hechar la mano a la boca para ahogarme ese grito de placer).


No ha sido la primera vez que quedamos para follar y no follamos, pero sí que ha sido la primera noche de confesiones y relatos dolorosos con nombre y apellidos, también fue la primera vez que se fue a las tantas de la mañana y me dejó preocupada, pero encontró el coño y está mejor, hasta dejó constancia escrita de las gracias que me merecía.


También ha sido la primera vez que mi sospechas han sido confirmadas, así que oficialmente hablando soy la otra. La verdad es que no me importa, prefiero saber la verdad, ya no me gustan las mentiras piadosas.


Sigo deshecha, "deshacida", y más después de este fin de semana de auto-flagelación, de latigazos mentales, de verle desnudo, de olerle, de besarle los labios rápido y fugazmente mientras mi cerebro le ataba las manos a mi corazón para que no tomara el control esos segundos evitando así que se volviera a desatar el caos. Pero si estaba mal con él y ahora estoy fatal sin él, ¿no sería merjor follarmelo por lo menos? Sentir su peso... mataría por sentir su peso, su cuerpo sobre el mio... total, voy a estar igual de mal...


Sé que es una mala excusa, pero es culpa de la desesperación de verdad. Porque estoy desesperada


Bueno, no me puedo quejar, que follo todas las semanas y la verdad es que ahora me tienen bien atendida, aunque tenga que estar mirando el móvil...